Bienvenido
Tal vez te desconcierte este nombre de "yermo". Y es normal, pues
te encuentras en un lugar ameno, verde, agradable. Y es que en la vida eremítica esta palabra tiene un sentido espiritual:
quiere decir un lugar apartado, silencioso, tranquilo. En él se quiere experimentar la cercanía de Dios y hasta su presencia. No es una evasión, sino un encontrarse con Dios, con las demás personas y consigo mismo a través de un clima adecuado y una dinámica concreta de silencio, soledad y sencilla vida fraterna.
...........................................................La Comunidad de El Yermo
te encuentras en un lugar ameno, verde, agradable. Y es que en la vida eremítica esta palabra tiene un sentido espiritual:
quiere decir un lugar apartado, silencioso, tranquilo. En él se quiere experimentar la cercanía de Dios y hasta su presencia. No es una evasión, sino un encontrarse con Dios, con las demás personas y consigo mismo a través de un clima adecuado y una dinámica concreta de silencio, soledad y sencilla vida fraterna.
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7 de septiembre de 2006
Abrid el corazón y hallaréis AMOR
Son la una de la madrugada y aunque el sueño me va dominando siento la necesidad de escribir. Esta tarde me he parado a pensar en lo importante que es abrir el corazón. Dios tan sólo nos pide eso, ya lo dice la canción: "...cuando recéis decid a Dios Abba, abrid el corazón".
Que poco nos pide Dios, tan sólo un corazón dispuesto a escuchar su Palabra. Abrirse a cosas sencillas, rutinarias, pobres,... No quiere sacrificios ni ofrendas, tan sólo un corazón contrito, un espíritu humilde.Al igual que María, quiere un sí; un sí para servirle en los hermanos, para quitar miedos. Pero nosotros tenemos miedo, nos produce pánico que Dios nos pida algo que no podamos cumplir, tenemos miedo al fracaso, miedo al que dirán si damos respuesta a algo que, visto hoy en día para la sociedad, tal vez no tenga sentido, pero que para Dios es "su voluntad en nosotros".
Dios, como Padre que es, a pesar de todo siempre está ahí, sin que nosotros lo pidamos, siempre nos muestra su rostro, nos mima y nos recuerda que nos quiere y que cuenta con nosotros. Únicamente nos pide una cosa, nuestro ser, nuestro corazón abierto, dispuesto solamente a una cosa, AMAR.¡Cómo buscamos amar y sentirnos amados! Somos auténticos buscadores de Amor, pero no sabemos buscar. Buscamos en nuestras sendas, en nuestros propios caminos, para alcanzar ese amor y al final... sentimos el desánimo y nos cansamos porque nunca nos llena, nos vemos áridos sabemos que puede haber "algo" que llene ese vacio sin medida, ¿tal vez lo llene Dios?
No nos damos cuenta que somos un invento del Amor y hemos sido creados para amar. Somos alambres conductores de la corriente de alta tensión del amor, y por eso no debe existir amor propio en nosotros, porque el amor propio es aislador del Amor.Y cuando el hombre o mujer lo descubre, no puede parar de pensar en ello y necesita contárselo a todos, decirles que Dios nos ama y que su amor es pleno.
Tan sólo es necesario una cosa, dejar llenarnos de Dios.
¿Cómo? ¡Abre tu corazón!.
Fray José de Herrera (Diciembre de 2001)
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